Presentación

La Fundación Maurício Grabois fue instituida por la dirección del Partido Comunista de Brasil (PCdoB) en abril de 2008 para suceder el Instituto homónimo. La entidad es un espacio de promoción de estudios, investigaciones y análisis sobre la realidad  brasileña y mundial en los campos de la política, la económica, social y cultural. La Fundación realiza también un trabajo de educación política y formación militante, además de investigar y organizar el acervo sobre la historia y la memoria del PCdoB y el movimiento obrero y popular.

Versión en portugués.

Buscando el intercambio del pensamiento avanzado, la Fundación también busca establecer el diálogo entre los intelectuales y las organizaciones del campo marxista e progresista de Brasil y de otros países del mundo. Este esfuerzo incluye a las universidades nacionales, así como a otras instituciones de estudio e investigación.

La Fundación Maurício Grabois tiene una agenda intensa y diversa, complementada por la realización de investigaciones, estudios, seminarios, conferencias, debates, publicaciones, cursos y demás actividades de formación, promovidas o por iniciativa propia, o conjuntamente con otras organizaciones o institutos afines.

Trabaja también en la elaboración de un proyecto nacional alternativo al neoliberalismo, sin dejar de lado el debate sobre los caminos políticos para concretar este proyecto — basado en el desarrollo sustentable, en la soberanía, en la democracia y en la integración solidaria de América Latina, y dirigido para mejorar la calidad de vida del pueblo brasileño. Aún en el campo político, la entidad contribuye con la elaboración de políticas públicas que se vinculen a los intereses de la nación y a los derechos del pueblo y de los trabajadores.

Nuestra percepción sobre los avances de Cuba a nivel educacional, científico y cultural

Convencidos de que la superación del neoliberalismo requiere la cohesión de países, gobiernos, pueblos y sus organizaciones sociales, la Fundación Mauricio Grabois desarrolla una intensa agenda en materia de cooperación internacional. La Fundación busca establecer intercambio teórico y político con órganos e instituciones de varios países del mundo – sobre todo de América Latina – que tengan afinidad con sus propósitos y se dispongan a colaborar con el éxito de su trabajo.

Uno de los países con el cual colaboramos constantemente es Cuba. Por medio de una agenda constante, construida conjuntamente con entidades semejantes de dicho país caribeño – agenda que incluye actividades tales como: cursos, seminarios y viajes de intercambio – pudiendo construir a lo largo de los últimos años una percepción singular sobre la realidad cubana, en especial en las áreas de mayor interés de la Fundación Grabois. A seguir exponemos nuestra visión sobre los avances de Cuba en materia de educación, ciencia y cultura.

Cabe señalar, en primer lugar, que la realidad actual de los jóvenes en edad escolar se ve influenciada por la globalización de tipo neoliberal. Esta situación se caracteriza por enormes avances tecnológicos y por el avance de la informatización, que trae consigo crecientes oportunidades de acceso a la información. Sin embargo, podemos afirmar que, en América Latina en su conjunto, precisamente la juventud ha sido el porciento de la población menos beneficiado por estas posibilidades tecnológicas crecientemente colocadas por la globalización.

La juventud en nuestro continente se encuentra dislocada. No es reconocida como una fuerza importante y única. Este segmento se encuentra, por lo general, disperso y en busca de sustento, ocupado con asuntos que mantienen a los jóvenes al margen de una efectiva construcción de proyectos de desarrollo en sus respectivos países. Los jóvenes se ven perdidos y se enfrentan a diario con las trampas puestas por la desesperanza y la lucha por la supervivencia.

Los problemas culturales y de la educación de la juventud en América Latina están inevitablemente asociados a la pobreza, al analfabetismo, al bajo nivel de escolaridad, al desempleo, las drogas, la violencia, la marginalidad y la postración, entre otros fenómenos que afectan a nuestra región.

En lugar de servir como complemento y refuerzo de la educación formal, los medios de comunicación enfatizan el consumismo como valor único y supremo, alentando a los jóvenes a pensar sólo en la obtención de dinero como única motivación  para su existencia. El poder adquisitivo resulta entonces un “desafío” social que colocado de forma absoluta a los jóvenes, termina por simplificar o reducir el sentido de su condición social. El joven termina, de esta forma, neutralizado como fuerza activa, y se vuelve incapaz de contribuir al desarrollo socio-económico, para lograr el cambio social.

En la actualidad, la juventud de América Latina en edad escolar se encuentra, en gran medida, excluida. Se ocupa de la supervivencia. Vive el “aquí y ahora”. Se ve más preocupados por el presente de privaciones que con la construcción del mañana, aunque la planificación futura constituya una característica esencial de esta etapa de la vida.

Cuba, como otros países del mundo, no escapa a la influencia de la globalización neoliberal. La situación que plantea la grave crisis económica mundial también afecta en gran medida su realidad. Se le suman a estos factores el bloqueo económico decretado por Estados Unidos contra esta isla caribeña, lo que ayuda a tornar aún más  difícil la situación social de los jóvenes y otros segmentos de la población cubana.

Sin embargo, aun viviendo una situación económica delicada, la juventud y el pueblo cuenta con el apoyo del Estado cubano, expresado en una serie de políticas públicas. Los jóvenes en edad escolar constituyen un sector priorizado por las estrategias políticas que vienen siendo implementadas. La resolución de importantes problemas sociales y educativos – como el analfabetismo, erradicado en 1960 – representa un contrapeso a los obstáculos económicos actuales. La facilidad de contar con serios problemas resueltos previamente, pone al pueblo cubano en una mejor posición para luchar por el desarrollo social y económico.

Mientras que problemas como el analfabetismo están resueltos y otros – como las drogas, la prostitución y el consumismo – no alcanzan niveles altos en la realidad cubana, el poder público de este país se preocupa permanentemente por conservar  saludablemente a los jóvenes y el pueblo cubano. En los últimos años más de 170 programas y acciones gubernamentales se hicieron efectivos, todos ellos con el fin último de elevar la cultura general integral de la población cubana. No hay duda de que entre los principales beneficiarios de estos programas se encuentran los jóvenes en edad escolar.

En Cuba, las nuevas tecnologías son ampliamente aplicadas a la educación, razón por la cual se han dedicado enormes recursos materiales y humanos para la enseñanza de la informática en todos los rincones de la isla. Aparatos de televisión y de vídeo están instalados en todas las escuelas del país, desde la primaria, la escuela secundaria y la universidad, para asegurar de que toda la población pueda recibir tele-cursos sobre los temas más diversos que enriquecen la cultura general. Se proporciona a toda la población cursos de idiomas, así como información sobre la situación política y social en el mundo y sobre los diversos aspectos relacionados con la realidad cubana.

La identificación de los jóvenes que se atrasan atrasados en relación a su nivel de educación también ha sido un foco de las políticas educativas de los últimos años. A través de los programas del gobierno como “La universalización de la educación superior”, se alcanza a los jóvenes de diferentes estratos sociales, incluidos los desempleados y los ex delincuentes, evitando que queden al márgenes de la sociedad. A estos jóvenes se les ofrece nuevas oportunidades, para que puedan superar las dificultades y lograr un trabajo socialmente útil, como aquellos relacionados  a la salud, la educación y el trabajo comunitario, entre otras opciones.

En Cuba, los medios de comunicación estimulan la interacción de los diferentes valores. La lucha por preservación de los principios más humanos y nobles constituye esencialmente el trabajo diario de los educadores cubanos. Si la influencia de las sociedades de consumo se expresa en la filosofía de “tener o no tener” Cuba continúa haciendo hincapié en los valores más nobles, aquellos capaces de dar un sentido más amplio a la experiencia humana. Los educadores cubanos, ya sea en escuelas o universidades, ya sea en entornos no formales de educación, tienen como práctica diaria el situar el lugar adecuado para los bienes materiales.

Como resultado de todos estos esfuerzos, el pueblo cubano posee un nivel cultural y educativo muy alto. El Estado cubano promueve la lectura ofreciendo literatura de calidad a bajo costo. Alienta a la cultura popular, el folklore y las manifestaciones culturales locales, sin dejar de lado los grandes logros de la cultura universal. No es coincidencia que la Fundación Maurício Grabois, cuando viaja a Cuba, constantemente consiga dialogar en pie de igualdad con los ciudadanos sobre importantes logros de la cultura brasileña – logros estos muchas veces desconocidos por los propios brasileños.

En el campo de la ciencia y la tecnología, podemos decir que, a diferencia de la situación en el país en la década de 1950, la capacidad nacional de la sociedad cubana para resolver sus problemas a través de la utilización de la ciencia y la tecnología se encuentra hoy a un considerable nivel. Cabe destacar la clara decisión política para reforzar la importancia del parque científico y tecnológico que Cuba ha logrado construir en las últimas décadas.

Las principales medidas que se intentaron en los últimos años en relación con el sistema cubano de la ciencia y la tecnología tratan de introducir los resultados de la investigación en economía y en la práctica social. Se valoran, por lo tanto, la creación y / o fortalecimiento de unidades de investigación en régimen de producción combinados. Se combaten las distorsiones derivadas de las diferencias regionales, buscando una adecuada distribución territorial del potencial científico-técnico, así como la integración de los grupos de investigación y centros científicos. La conjunción entre las decisiones socioeconómicas y científico-técnicas se da al más alto nivel de liderazgo del país. Los avances se obtienen también hacia una mayor participación de los agentes del desarrollo tecnológico (incluidos los no tradicionales). Todo esto hace con que la ciencia y la tecnología sean hoy parte plena de los esfuerzos por el desarrollo integral del país.

Históricamente, como hoy, queda claro que Cuba entiende la educación, la ciencia y la cultura como derechos humanos inalienables, y busca – incluso en medio de grandes dificultades económicas – proporcionar las herramientas necesarias para el pleno desarrollo de estas áreas, conjuntamente con los esfuerzos por el progreso pueblo cubano y la nación.

São Paulo, 8 de octubre de 2012.

Adalberto Monteiro
Presidente de la Fundación Maurício Grabois.